La reproducción natural: por semillas

El agricultor, una vez, preparada la tierra de su campo debe escoger el cultivo que desea sembrar. La reproducción de las plantas se realiza, generalmente, a través de semillas. La palabra «sembrar» procede del latín seminare y significa «Arrojar y esparcir las semillas en la tierra preparada para este fin.».

Es necesario que el cultivador conozca los dos principios fundamentales de la siembra: la cantidad de tierra que debe tener una semilla sobre ella, depende de su tamaño, cuánto más pequeña, menor tierra debe cubrirla; y, la cantidad de raíces de una semilla dependerá de si la tierra está esponjada o no. Cuanto más lo esté, más raíces y más futuro para la semilla.

El sembrador puede optar por diferentes métodos: la siembra a puño o voleo; la siembra por surco o chorrillo (que en la práctica es la que se realiza con las sembradoras convencionales); la siembra con plantador o a golpe (muy útil en la huerta); la siembra en almáciga; la siembra en macetas y cajones; la siembra en semilleros (transplantando la planta posteriormente, muy útil para adelantar los cultivos hortofrutícolas); y, la siembra de yemas, bulbos, raíces o tubérculos.

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Andrés Cosialls

Soy el Dr. Andrés Miguel Cosialls Ubach, Diplomado en Producción Agrícola Ecológica (Especialidades de Producción Agropecuaria y de Producción Hortofrutícola) y Doctor en Derecho Agroalimentario. Además de otros estudios oficiales, he escrito numerosos artículos científicos sobre agricultura. Recibí el Premio Josep Llovet Mont-Ros 2009, al mejor estudio de análisis económica y prospectiva sobre la agroalimentación y el mundo rural. Puedes consultar más info sobre mi en www.cosialls.eu